El accidente que trajo la incontinencia a la vida de Jane

Un accidente marcó la vida de Jane y de su hija, las dos comenzaron a sufrir de incontinencia urinaria luego de este episodio, conozca la historia.

La vida de Jane, una mujer joven y activa de 39 años, proveniente de Lexington KY y la de su hija de 9 años, cambió de forma drástica luego de que sufrieran un accidente automovilístico. Jane manejaba y su hija permanecía en el asiento del pasajero, Jane cruzó una intersección justo cuando otro conductor atravesaba la luz en rojo, el impacto fue tan fuerte que hizo girar su auto.

La colisión dejó secuelas en las dos, pero se recuperaron al cabo de un tiempo con terapia física intensiva, sin embargo, ambas quedaron con una condición permanente: incontinencia urinaria.

"Mi hija es incontinente debido principalmente a hematomas y cicatrices en la vejiga", expresó Jane. "Tenía algunas vértebras fracturadas, que interfirieron con mis nervios y ya no tengo la sensación de la necesidad de usar el baño". Luego del accidente, madre e hija tuvieron que aprender a caminar y hoy están agradecidas por estar vivas.

El producto adecuado

Los médicos les recomendaron el uso de catéteres o de ropa interior absorbente para manejar las pérdidas involuntarias de orina, para que ambas pudieran mantener su calidad de vida, la opción fue el uso de productos para la incontinencia.

Así, tanto Jane como su hija, no solo recuperaron su movilidad, sino que avanzaron hacia el tratamiento con la convicción de lograr sus metas, Jane señaló "me ha costado seguir haciendo las cosas que me gustan, pero me las he arreglado. Siento que, si no me mantuviera activa, me volvería solitaria e insociable. Es importante para mí salir y estar con la gente y hacer cosas".

Una buena actitud

El accidente, el proceso de recuperación y el tratamiento motivaron en Jane un proceso de aprendizaje en donde mantener una actitud positiva fue clave, "creo que esta experiencia en general le ha enseñado a mirar el lado positivo, y ese optimismo la ayuda en los juegos de voleibol y porristas", dice Jane. "Creo que mi actitud hacia nuestro problema la ayuda, porque siempre trato de tomármelo todo a la ligera. Hago bromas sobre nuestros pañales ... lo que ella piensa que es divertido. Creo que mi inteligencia sobre todo el tema la mantiene brillante”.

Hoy, ella deja una gran lección a personas que padecen esta condición, y es que no es necesario dejar atrás las actividades del día a día, se puede seguir siendo activo y una buna actitud puede superar todos los obstáculos.

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